En un antiguo monasterio lleno de secretos y de leyendas, una periodista se enfrenta a un enigma que transformará su existencia. Lo que comienza como una simple investigación histórica pronto la arrastra a una aventura, llevándola desde archivos llenos de polvo hasta paisajes solitarios y cargados de simbolismo, desenterrando una conexión misteriosa con figuras y sucesos olvidados. Mientras tanto, en las sombras del tiempo, pasiones prohibidas y sacrificios ignorados vuelven a la vida, guiando a los protagonistas por un sendero donde el amor, el misterio y el destino confluyen en un sorprendente lienzo vital.

Los personajes de Aeternum están unidos por un destino que parece repetirse a lo largo de los siglos.

Alexandra, una periodista brillante y ambiciosa, acepta un encargo que la lleva a investigar un misterio enterrado en el tiempo. Su vida personal se tambalea entre la rutina y la insatisfacción, pero un encuentro fortuito en Hendaya despierta en ella emociones desconocidas y preguntas que van más allá de lo racional.

Antoine, un ejecutivo carismático y enigmático, vive atrapado en el lujo y el vacío, buscando respuestas en placeres efímeros. Sin embargo, un legado familiar y recuerdos confusos lo llevan a sospechar que su existencia es solo una pieza de un rompecabezas mucho más grande.

Adolfo, un artista apasionado pero sin fortuna, lucha por el amor de Beatriz, una mujer de espíritu indomable que se resiste a los dictados de su época. Su historia se cruza con la de Alonso, un noble arrogante que no está dispuesto a perder lo que considera suyo.

Hay figuras cuyo legado va más allá de su tiempo, cuyas palabras y pensamientos siguen resonando en las sombras de claustros olvidados y en los ecos de antiguos manuscritos. En Aeternum, la presencia de un enigmático escritor, fascinado por lo misterioso y lo eterno, se percibe entre líneas, como un susurro que guía la historia.

Su paso por un monasterio apartado, su obsesión por lo intangible y su mirada melancólica hacia el destino marcaron un camino que aún hoy despierta preguntas. ¿Fue solo un observador o parte de algo más grande? Tal vez, sus versos escondían más de lo que aparentaban.

Los escenarios de Aeternum son más que simples lugares: son testigos del paso del tiempo, guardianes de secretos y cómplices del destino de sus protagonistas. Desde las antiguas calles de Toledo, donde el eco de los duelos resuena entre sus muros centenarios, hasta el misterioso Monasterio de Santa María de Veruela, un refugio de soledad y reflexión donde las sombras del pasado aún perduran.

La costa de Hendaya, con su brisa atlántica y sus horizontes inciertos, se convierte en el punto de partida de una investigación que revelará más de lo que su protagonista imagina. Entre ruinas medievales, mansiones olvidadas y bibliotecas que esconden más preguntas que respuestas, Aeternum nos invita a recorrer un mapa donde la historia y el misterio se entrelazan en cada rincón.